1- Observa el mundo que te rodea.

Equipado con sus cinco sentidos,
el ser humano explora el universo a su alrededor
y llama esta aventura CIENCIA.

Edwin Hubble, La Naturaleza de la Ciencia, 1954.

Observar no es fácil. Frecuentemente, el mundo que percibimos se reduce a lo que esperamos (ver, sentir, oler, escuchar y degustar). Muchos fenómenos suceden sin que nos demos cuenta: la repetición del orden de los colores en el arco iris, la recurrencia de lluvia a una hora determinada en la época lluviosa, la visita de un colibrí a una planta florida a horas específicas, etc.

Para mejorar la observación es recomendable:

PATRONES
Naturalmente, el ser humano asocia datos y los organiza en patrones, es decir, en cápsulas fáciles de seguir. Esta es una forma básica de organizar la información. Por ejemplo, los antiguos babilonios vieron un grupo de estrellas y se imaginaron la figura de un león. Esto les facilitó el seguimiento de esta constelación a través del tiempo: noche tras noche pudieron buscarlo, cotejar sus dimensiones, seguir sus movimientos y relacionarlo con otras figuras de constelaciones.

Los patrones facilitan la observación de:

67 Experimentos divertidos y una guía del método científico

© Fundación CIENTEC 2004–2005